Los productos de jabonera refuerzan las funciones excretoras de las mucosas del tracto respiratorio superior y del tracto digestivo. Diluyen el esputo espeso y las membranas mucosas, facilitan la tos y tienen efectos diaforéticos, coleréticos y diuréticos. También contribuyen a la eliminación de productos metabólicos tóxicos formados durante los procesos metabólicos, así como en los cambios patológicos de diversos órganos. Esto puede considerarse un efecto depurativo de la sangre, que no está reconocido por la medicina científica, pero que se utiliza en la fitoterapia a falta de mejores alternativas.
Además, la jabonaria fija el colesterol, impidiendo la formación de cálculos biliares, facilita la absorción de diversos componentes alimentarios y medicamentos en el tracto digestivo al reducir la tensión superficial de los jugos digestivos y acelerar la emulsificación de las grasas. También tiene un efecto antidiarreico, acelera el proceso de cicatrización de las heridas postoperatorias.
El uso de la jabonera se recomienda en caso de catarro crónico de las vías respiratorias superiores, especialmente en caso de inflamación traqueal y bronquitis, cuando hay tos seca y dificultad para toser.
También se utiliza como coadyuvante en el asma bronquial, la silicosis, las intoxicaciones debidas a infecciones bacterianas, las enfermedades del bazo, las dermatosis y la gota.
No se recomienda el uso de preparados de jabonera en caso de hemorragias del tubo digestivo, catarro agudo del estómago y los intestinos, así como inmediatamente después de operaciones en los intestinos, las vías biliares y urinarias.
Como remedio externo, esta planta se utiliza para la seborrea, la caspa y la caída del cabello.