La familia del cardo es la costa atlántica de Europa y Asia. En Ucrania, se cultiva y recolecta en el territorio de la región de Zhytomyr. Los frutos del cardo son valiosos con fines medicinales. En apariencia, los frutos se asemejan a un huevo exprimido por los lados. No tienen olor, pero su sabor es amargo. Las plantas se plantan en primavera o a finales de verano.
El cardo tiene un efecto hepatoprotector, por lo que desempeña un papel especial en la enfermedad debido al alto contenido de la sustancia – silimarina. Impide la regeneración celular protegiendo a las células de los daños causados por toxinas, alcohol, drogas e infecciones. También tiene actividad antihepatotóxica y previene los daños tóxicos de la enfermedad. El cardo se caracteriza por un efecto diurético de acción corta, por lo que reduce los daños y mejora la microcirculación.
La silimarina mejora la protección antioxidante de las células. Este efecto del cardo previene el envejecimiento prematuro de las células y el desarrollo de enfermedades dolorosas. También reduce el nivel de colesterol en la sangre, combate el exceso de comida, reduce el apetito, mejora la digestión y normaliza el metabolismo, incluido el metabolismo de los lípidos.
El cardo tiene un efecto colerético, estimula la producción y la salida de la bilis, lo que contribuye a la normalización del trabajo del hígado y la vesícula biliar, previene la formación de cálculos en la vesícula biliar y el desarrollo de colecistitis.
El efecto antidiabético de la planta reduce el nivel de azúcar en la sangre y asegura la sensibilidad de las células a la insulina. También contribuye al fortalecimiento de la inmunidad, aumentando la resistencia de las sustancias a las enfermedades infecciosas y víricas.
La silimarina tiene propiedades antiinflamatorias que le permiten contrarrestar la aparición y la progresión de los mecanismos responsables del crecimiento y la división de las células fértiles.