La mirra, aunque no está incluida en la lista de plantas farmacopeicas y no forma parte de la medicina oficial de nuestro país, está reconocida como una valiosa medicina tradicional en numerosos países. El aceite esencial de mirra se utiliza como ayuda en el tratamiento de diversas enfermedades, incluidos los problemas de la piel.
El aceite de mirra es conocido por su capacidad para favorecer la rápida cicatrización de heridas y úlceras. Su resina tiene efectos antibacterianos, antifúngicos y cicatrizantes, así como un pronunciado efecto antiinflamatorio y calmante. Debido a su efecto positivo sobre el sistema nervioso, el aceite de mirra también se utiliza en el tratamiento complejo de la depresión.
Las infusiones y extractos de mirra se utilizan para mejorar el funcionamiento del tracto gastrointestinal. La resina de mirra se utiliza para tratar diversos resfriados y enfermedades infecciosas, alivia la tos y favorece la expectoración, y tiene un efecto calmante.
En ginecología, la tintura de mirra puede utilizarse para reducir el dolor menstrual. Los bálsamos y cremas a base de resina de mirra dan buenos resultados en dermatología, donde se utilizan para tratar y prevenir diversas enfermedades de la piel.
También cabe destacar que el aceite esencial de mirra es conocido por sus efectos antifúngicos, antisépticos y antialérgicos.