El espino amarillo es un auténtico tesoro natural de vitaminas que puede ayudar a aliviar diversas enfermedades crónicas. Es especialmente útil para los daños externos de la piel, ya que ayuda a cicatrizar rápidamente las heridas y alivia la inflamación de los tejidos.
La gran cantidad de vitamina E (tocoferol) que contienen las bayas de espino amarillo ayuda a activar el funcionamiento de todas las glándulas endocrinas. Por ello, el espino amarillo se utiliza a menudo para tratar diversas enfermedades ginecológicas, como la erosión cervical.
Es muy útil para las mujeres embarazadas consumir espino amarillo o su zumo para mantener los niveles de vitamina E en el organismo. Es importante señalar que no sólo son útiles las bayas de espino amarillo, sino también las ramas de esta planta, ya que contienen una gran cantidad de serotonina.
El espino amarillo puede consumirse en diversas formas para tratar la anemia, el agotamiento corporal, las deficiencias vitamínicas, así como las enfermedades cardiovasculares.
El zumo de espino amarillo es un remedio muy eficaz para el tratamiento de tumores, reumatismo, gota y trastornos del aparato digestivo. También favorece la rápida reparación de los tejidos y puede ser útil para la cicatrización de heridas.