La cola de caballo de campo tiene un rizoma largo y ramificado que se adentra en el suelo. La planta tiene dos tipos de tallos: los esporíferos, de color rosado (crecen en abril-mayo), y los vegetativos (estériles), brotes de verano que recuerdan a las agujas de los árboles de Navidad y crecen en mayo-junio.
Sólo la cola de caballo de campo puede utilizarse con fines medicinales, el resto son venenosas. La diferencia entre la cola de caballo de campo es la ubicación de los brotes: deben dirigirse hacia arriba, mientras que en las especies tóxicas son horizontales o caen hacia abajo.
Con fines medicinales se utiliza como antiinflamatorio, diurético. También se utiliza para prevenir la formación de cálculos urinarios. Puede utilizarse en el tratamiento de enfermedades urológicas, así como para la hinchazón. Además, la cola de caballo de campo es un medio que elimina las toxinas pesadas del organismo, incluido el plomo. Esto se debe al ácido silícico, que forma parte de la hierba cola de caballo. La planta se utiliza para estimular la hematopoyesis y mejora la coagulación de la sangre.
La planta tiene un efecto tónico sobre el organismo, y su uso tiene un efecto tónico e inmunoestimulante. Las decocciones e infusiones de cola de caballo tienen un efecto antiparasitario. También ayuda a eliminar los esputos en las enfermedades de las vías respiratorias superiores.
Los preparados de cola de caballo de campo se utilizan externamente para el tratamiento de enfermedades de la piel porque tienen componentes antibacterianos y regeneradores. La cola de caballo tiene propiedades antiinflamatorias que garantizan su uso en reacciones alérgicas. La planta ayuda en el tratamiento del acné, erupciones acneicas y lucha contra la fragilidad y la caída del cabello. Actúan como un medio para acelerar el crecimiento del cabello.