Los frutos de la aronia ayudan a reforzar las paredes de los vasos sanguíneos y normalizan la función intestinal. También tienen un efecto antiespasmódico y estimulan la producción de bilis. Gracias a su contenido en pectinas, los preparados a base de esta planta ayudan a eliminar las toxinas del organismo, incluidos los metales pesados y las sustancias radiactivas.
Además, favorecen el metabolismo normal y ayudan a reducir los niveles de colesterol. Estas propiedades beneficiosas permiten utilizar la aronia para tratar la gastritis causada por una baja actividad secretora del organismo.
Los beneficios de la aronia no se limitan a su efecto sobre el metabolismo. Las sustancias contenidas en las hojas y frutos de la planta mejoran la circulación periférica y normalizan la permeabilidad vascular. Esto hace que los preparados de aronia sean útiles para la prevención y el tratamiento de la hipertensión y la aterosclerosis. El contenido de taninos en el fruto de la aronia ayuda a ligar y eliminar sustancias tóxicas del organismo. Dado que estas sustancias son antioxidantes, tienen un efecto fortalecedor general y ayudan a prevenir el riesgo de desarrollo de tumores y a restaurar el organismo.
Las pectinas contenidas en la fruta de aronia contribuyen a la eliminación eficaz de la microflora nociva del organismo y mejoran el estado de los vasos sanguíneos. Las infusiones y decocciones de aronia son útiles para las hemorragias, ya que ayudan a detener las hemorragias y a curar las heridas.
Estas frutas también se recomiendan para su uso en zonas de contaminación por radiación, ya que estimulan la glándula tiroides y ayudan a eliminar los radionucleidos del organismo. Debido a la capacidad de la aronia para dilatar los vasos sanguíneos, son útiles para tratar el envenenamiento por radiación. Las frutas también contribuyen a la prevención y el tratamiento de la hipo y las deficiencias vitamínicas, y ayudan con la tirotoxicosis.