Los preparados que contienen raíz de malvavisco pueden utilizarse para tratar los resfriados. El uso de raíz de malvavisco en el tratamiento de la bronquitis ayuda a facilitar la tos, aumentar la inmunidad del organismo y combatir las infecciones.
El fuerte efecto envolvente de la raíz de malvavisco se debe a su alto contenido en almidón (hasta un 37%) y mucílago (35%). Esto permite incluir la raíz de malvavisco en mucolíticos, que ayudan a liberar las vías respiratorias de mucosidad.
La raíz de altea no sólo se utiliza para tratar enfermedades del sistema respiratorio, sino que también tiene propiedades curativas para el sistema digestivo. La eliminación de problemas estomacales como la gastritis y las úlceras gástricas y duodenales es el campo de aplicación de esta planta.
La raíz de malvavisco tiene la capacidad de reducir la acidez del jugo gástrico gracias a sus propiedades astringentes. Este efecto se explica por la reacción química entre el ácido clorhídrico y el moco, que se vuelve más viscoso durante el tratamiento. Así pues, el malvavisco es un remedio eficaz con propiedades protectoras naturales en condiciones de elevada acidez del jugo gástrico.
Estas propiedades beneficiosas del malvavisco también pueden utilizarse para tratar trastornos digestivos acompañados de diarrea. Esto es especialmente importante en caso de infecciones tóxicas de origen alimentario, ya que los preparados de las raíces de esta planta ayudan a eliminar las sustancias nocivas del organismo.
