La manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias, diaforéticas, sedantes, hemostáticas y analgésicas. Esta planta ayuda a aliviar los espasmos, acelera el proceso de regeneración epitelial, detiene la putrefacción y la fermentación en los intestinos, ayuda a estimular la digestión y tiene propiedades desinfectantes. La manzanilla también es antialérgica por su contenido en hamazuleno. Los glucósidos contenidos en la manzanilla relajan los músculos lisos y tienen un efecto similar al de la atropina.
También cabe destacar que la manzanilla tiene propiedades antivirales que ayudan con los resfriados. Acelera el proceso de curación, reduce los síntomas y alivia la inflamación de la mucosa. La manzanilla puede utilizarse como gargarismo en caso de dolor de garganta, laringitis, amigdalitis o inflamación de la boca.
En caso de enfermedades broncopulmonares crónicas y asma bronquial, puede ser útil la inhalación de manzanilla.
La manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ser útiles para problemas como conjuntivitis, cebada y ojos rojos. Puede utilizar infusión o té de manzanilla para enjuagarse los ojos. Asimismo, en caso de inflamación articular y exacerbación de la gota, los baños de manzanilla o las compresas sobre la zona afectada pueden ayudar a calmar la afección.
