El jazmín puede ser útil para tratar diversas afecciones, como bronquitis, fiebre, úlceras, hemorragias, disentería y enfermedades venéreas. Estas fragantes flores pueden utilizarse para aliviar los síntomas del asma y la bronquitis, así como sus decocciones.
El té de jazmín también puede utilizarse para reducir los dolores de cabeza, la fatiga, la depresión y las neurosis. El aroma del jazmín puede estimular la función cerebral y tonificar todo el cuerpo, superando incluso el efecto del café fuerte.
Estas flores blancas como la nieve también pueden utilizarse para tratar enfermedades de la piel, reumatismo y carencias vitamínicas. Algunos creen que el aroma del jazmín puede restaurar la envoltura energética de una persona, conocida como el aura, por lo que suele utilizarse durante la meditación para restablecer el equilibrio entre los sentidos y la mente.
En una casa donde reina el aroma del jazmín, reinan siempre la armonía y el confort. Cuando se trata de tratar enfermedades de la piel, puede ser útil una tintura alcohólica de jazmín. Para prepararla, se pueden utilizar tanto flores de jazmín frescas como secas. El jazmín y el alcohol deben mezclarse en proporción 1:1, sellarse bien y dejarse en infusión en un lugar fresco durante una semana.
Además, el aceite de jazmín puede ser útil para aliviar los dolores de cabeza causados por los resfriados.