Las acciones más importantes de los estigmas de maíz son diuréticas y coleréticas. Reducen significativamente la viscosidad de la bilis, mejoran su flujo de salida y eliminan el estancamiento, además de reducir los indicadores de bilirrubina. Se sabe que las mazorcas de maíz ayudan a tratar la ictericia en los recién nacidos. Contribuyen a la disolución de cálculos situados en la vejiga, las glándulas suprarrenales, los uréteres y los riñones y estabilizan el hígado.
Los estigmas de maíz tienen un efecto antibacteriano y antiinflamatorio, por lo que se utilizan en las enfermedades renales, alivian los espasmos, mejoran la micción y la excreción de orina del organismo. También reducen el azúcar en sangre y eliminan el colesterol nocivo, lo que constituye una prevención de la aterosclerosis.
Se ha observado el efecto calmante de los estigmas del maíz. Afectan al sistema nervioso, ayudan a combatir el estrés, normalizan el sueño, eliminan los dolores de cabeza, ayudan a superar la fatiga, la irritación. También tiene fuerza y resistencia a muchas enfermedades del resfriado.
Los estigmas de maíz tienen un buen efecto hematopoyético y hemostático. Ayudan con el sangrado, incluyendo sangrado menstrual, anemia, puede ser útil como una prevención de los depósitos en las paredes de los vasos sanguíneos.
Los estigmas de maíz ayudan a perder peso y a tratar enfermedades estomacales e intestinales, ya que los estigmas eliminan las causas de la fermentación y el estancamiento de los alimentos. En el tratamiento de enfermedades de la piel, los estigmas de maíz tienen propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y cicatrizantes. Una decocción de ellos fortalece el cabello fino y le da un brillo y sedosidad naturales.
También contienen selenio, capaz de bloquear la formación de células cancerosas. Gracias a esta característica, los médicos suelen prescribir decocciones de estigmas de maíz para la prevención del cáncer.