La corteza de roble contiene principalmente taninos, que le confieren un sabor astringente, reconstituyente y amargo. Al mismo tiempo, tiene un efecto complejo sobre la salud humana: alivia el catarro estomacal e intestinal y alivia la diarrea. La corteza de roble tiene un efecto desinfectante en las infecciones de garganta y reduce las molestias asociadas a quemaduras superficiales y congelaciones. Se utiliza para eliminar la sudoración excesiva, ya que tiene un efecto descongestionante no sólo en las mucosas, sino también en las glándulas sudoríparas de la piel. Aplicada externamente, ayuda en el tratamiento del acné.
Tradicionalmente, se preparan decocciones e infusiones a partir de la corteza de roble, que pueden utilizarse para beber, lavar la piel o como enjuagues capilares. Por otra parte, un baño con adición de corteza de roble es un remedio excelente para los problemas de sudoración, así como para la secreción excesiva de sebo en lugares de difícil acceso, por ejemplo, en la espalda.
A las personas que luchan contra las hemorroides se les recomienda tomar un baño con adición de corteza de roble – es importante que el agua no esté ni demasiado fría ni demasiado caliente. Al fin y al cabo, alivia el dolor y evita las hemorragias. Como puede ver, la corteza de roble es muy versátil. También merece la pena añadir que, como base para enjuagues capilares, no sólo reduce la grasa del cabello y combate la caspa, sino que también satura el color y calma el cuero cabelludo.
